Contexto Situacional#
A principios de 2023, la situación era distinta. La IA había pasado al mainstream; esta era la segunda vez que lo hacía, y de un modo fundamentalmente diferente.
El tipo de popularidad que tuvo la IA durante gran parte de 2022 fue cambiando. Aquello de ser un generador de imágenes graciosas, deformes y con ocho dedos por mano desapareció más rápido de lo que la mayoría anticipaba. El responsable de esto: MidJourney v4, con imágenes de calidad sorprendente. Ya hacía falta entrenarse un poco para poder diferenciar algunas imágenes de fotografías reales.
Las personas ya tenían cierto respeto por la tecnología y, sí, hasta ese entonces la generación de imágenes era el único rostro popular de la revolución que se avecinaba.
Noviembre de 2022 fue histórico. Una faceta de la IA totalmente nueva había visto la luz: una que podía escribirte ensayos, poemas, scripts, darte consejos, hablar contigo, totalmente gratis en una interfaz de chat. Algo nunca antes visto hasta la fecha, que pilló desprevenidos a quienes no habían prestado atención al gran avance del NLP hacia los LLM.
La sorpresa se intensificó tan solo cuatro meses después, con el anuncio de GPT-4 en marzo: un LLM aún más grande, más potente y que podía ver.
Aún recuerdo mi sorpresa cuando el CTO de OpenAI dibujó un boceto de una webpage, le pidió a GPT-4 que escribiese el código y cómo ese HTML tan básico me dejó con la boca abierta y a los programadores con el alma en vilo. Esa funcionalidad de visión terminaríamos pudiendo probarla casi seis meses después.
Fue tan repentino el salto y la iteración de GPT-3.5 Turbo a GPT-4 tan pronta, que muchos incluso creían que GPT-5 saldría ese mismo año, ignorando que GPT-3 (el modelo base, no la versión chat) salió en 2020 y no hacía unos meses.
En cualquier caso, el hype y las expectativas estaban más altas que nunca. Podías oír a la gente especulando que la AGI llegaría en dos años, que tendríamos películas hechas solo por IA personalizadas para cada uno al año siguiente, que todos los trabajos serían automatizados y reemplazados en breve, etc. La histeria colectiva era tan grande que se creó una iniciativa para pausar los experimentos gigantes de IA por seis meses, con el objetivo de hacer un estudio profundo para analizar sus potenciales riesgos e impacto económico-social. Y esto que en primera instancia podria sonar a una iniciativa hippie de individuos ajenos a la tecnología que fueron pillados por sorpresa, en realidad fue apoyada y firmada por figuras ampliamente relevantes del sector como Elon Musk, Emad Mostaque, Yoshua Bengio y Geoffrey Hinton, entre otros.
Y entre todos estos sucesos en donde comienza nuestra historia.
