Una Historia de Ascenso y Ascenso#

Imagina que junto a unos conocidos fundas una organización non-profit para desarrollar la inteligencia artificial en beneficio de la humanidad, de manera abierta y transparente; también con un objetivo claro: evitar que un puñado de corporaciones gigantes fuera el único grupo del planeta capaz de desarrollar y controlar una tecnología tan poderosa, protegiendo así su propio interés antes que el bien público.

Donas 50 millones de dólares, ayudas a reclutar talento. Crees en la misión.

Pero pasa el tiempo, y ves que la organización no despega. Calculas sus probabilidades de éxito en 0% (ni siquiera 1%). Entonces propones fusionarla con una de tus compañías para tomar control y empujarla hacia adelante. Los otros fundadores se niegan. Así que decides desvincularte. Total, igual van a fracasar… ¿no?

Un año después te enteras de que no solo están vivos: se reorganizaron para incluir una subsidiaria for-profit, con la cual recaudaron mil millones de dólares de la misma clase de compañía contra la que querían “competir”, abandonaron la filosofía abierta, y ahora son más fuertes que nunca.

Dos años más tarde lanzan el producto más viral de la década, consiguen cien millones de usuarios en meses, están en todos los titulares, se llevan la gloria, el prestigio… y tú no formas parte de nada de eso. Pudiste estar ahí.

Yo me arrancaría el poco pelo que me queda. Pero el protagonista de esta historia no tiene tiempo para lamentos. La fiebre de la IA comenzaba, y Elon Musk no se iba a quedar fuera.

Así como no se le niega el escenario a la banda del momento, tampoco se le niega capital a uno de los emprendedores más exitosos del mundo. Existen mensajes filtrados donde Elon pide 2 mil millones de dólares como quien pide $20 a un amigo.

Siete meses después de ChatGPT, se anuncia públicamente xAI, su nuevo laboratorio de IA. La premisa original era construir una IA que “entendiera la verdadera naturaleza del universo”. Su primer modelo, Grok, salió en noviembre del 2023… y era malo. Lo cual es perfectamente normal: las primeras iteraciones de un laboratorio suelen estar lejísimos del estado del arte.

En marzo del 2024 llegó Grok 1.5, y también una versión con visión (podia entender imagenes). Malos también. En agosto salió Grok 2: menos malo, pero aún por debajo del nivel de los líderes. Presentaron además un generador de imágenes que tampoco brillaba técnicamente, pero podía generar fotos de famosos y contenido sin filtro, lo que lo hizo llamativo para cierto público.

Otra curiosidad: Grok se integró en la red social X (anteriormente Twitter), plataforma que luego fue adquirida por xAI.

Pero mientras los modelos avanzaban lentamente, ocurrió uno de los mayores logros de la compañía: la construcción del centro de datos Colosus, con 100 mil GPUs, edificado desde cero en solo 122 días. Un proyecto que, según estimaciones iniciales, debería haber tomado dos años. Pero Elon activó founder mode, tiró de contactos y sinergias con Tesla, y en cuatro meses ya estaba funcionando. Tres meses después, lo ampliaron a 200 mil GPUs.

Fue ahí donde comenzó a entrenarse Grok 3, que vio la luz en febrero del 2025. Debutó primero en LMarena y logró estar entre los mejores del mundo en algunos benchmarks.

En julio salió Grok 4, ya competitivo con los modelos frontera de OpenAI y Google. Líder en su lanzamiento.

En agosto anunciaron versiones orientadas a código: Grok 4 Code y Grok 4 Fast, más baratas y sorprendentemente fuertes. Compiten de tú a tú con el previamente intocable Sonnet 4 y, de hecho, en OpenRouter ya lo superaron en cuota de mercado. En noviembre anunciaron Grok 4.1, una pequena actualizacion que lo hace competitivo con las alternativas lideres de Google y OpenAI.

Actualmente xAI construye Colosus II, que apunta a ser el primer centro de datos de un gigavatio.

xAI es la startup con la mayor velocidad de iteración en la historia reciente de la IA. Pasó de nada a laboratorio frontera en solo dos años.
Su valuación actual: 200 mil millones de dólares.