La Teoría de los 7T#

A finales del 2023 y comienzos del 2024, Sam Altman se embarcó en una gira por varios países del Medio Oriente. El objetivo: conseguir fondos para ampliar la capacidad de cómputo de OpenAI.

Durante esos viajes se filtró una cifra que, en su momento, sonó a delirio místico: la estimación de cuánto debía invertirse en los siguientes años. 7 trillion de dólares. Siete seguido de doce ceros. El número divino.

Nos pareció absurdo a todos. Para ponerlo en contexto: en ese entonces las empresas mas valiosas del mundo apenas rozaban 4 trillion en capitalización de mercado. Y los mortales no fuimos los únicos en pensar que era una locura. Cuando Altman visitó TSMC y les habló de su visión de construir 36 fábricas y centros de datos suficientes para sostener esos gastos, ellos también pensaron que estaba desvariando. Incluso lo apodaron “podcast bro”.

Pero si algo consiguió Sam durante los meses siguientes fue inyectar FOMO e hype al ecosistema. La IA era la tecnología definitiva. Iba a curar todas las enfermedades, resolver todos los trabajos, transformar todas las industrias. Quien ganara esta carrera, lo ganaría todo. Y, por supuesto, no podíamos permitir que China nos ganara.

Así que en enero del 2025, Donald Trump (desde la Casa Blanca) anunció Project Stargate: un proyecto en colaboración con SoftBank, Oracle y Nvidia para invertir 500 billion de dólares en infraestructura de IA para OpenAI durante los próximos cinco años. La mayor inversión individual en una tecnología en la historia moderna.

Este movimiento obligó a todos los laboratorios frontera a incrementar sus apuestas. Mark Zuckerberg prometió gastar alrededor de 400 billion. Google probablemente estaba en una cifra comparable.

Ese mismo año, OpenAI firmó un acuerdo para gastar 300 billion adicionales en cómputo de Oracle. ¿Es esto parte de Stargate? Quizás. Lo evidente es la economía circular inflada que estaban armando: Nvidia invierte en OpenAI → OpenAI compra cómputo en Oracle → Oracle compra GPUs a Nvidia → repetir.

Para 2025, ya nadie hablaba de “miles de GPUs”. El nuevo lenguaje eran los gigavatios. Los grandes proyectos buscaban escalar a niveles absurdos:

• El proyecto Matador apunta a 11 gigavatios.
• Meta, con Prometheus e Hyperion, quiere llegar a 5 gigavatios.
• X.AI, con Colosus II, apunta a 2 gigavatios.
• Luma AI también apunta a 2 gigavatios.
• Amazon, Google y Stargate construyen centros en Medio Oriente, India, España, Argentina… Cada uno con mínimo 1 gigavatio por centro.

El punto es que si sumas todos los anuncios de gastos de los participantes, la cifra ya ronda los 2 trillion de dólares. Aún lejos de los 7T, pero… tal vez Altman no estaba tan loco después de todo.

La euforia por el cómputo llegó a tal punto que, en octubre del 2025, Nvidia anunció que la startup Starcloud había lanzado el primer satélite con H100s en órbita, con el objetivo de evolucionar eso hacia un centro de datos espacial. Google, para no quedarse atrás, anunció que planea hacer lo mismo con sus TPUs, pero para 2027.

¿Puro humo? ¿O el futuro está más cerca de lo que creemos?